Es una sensación que por desgracia creo que todos hemos experimentado en más de una ocasión cuando estudiamos en la escuela.
En esta viñeta se puede apreciar perfectamente como por un lado aparece un niño con un bocadillo en el que están todas aquellas cosas que le gustan y por el otro, la maestra con una cantidad de información que devora todo aquello que le apasiona al crío.
Y eso es lo que pasa a diario... desde bien pequeño nos quieren meter en la cabeza una gran cantidad de información a toda costa, sin tener en cuenta nuestras necesidades, nuestras preferencias, nada de nada. Solo información académica que tenemos que aprender (la gran mayoría de las veces de memoria) y que olvidamos muy rápidamente...
¿Y por qué la olvidamos? Pues porque muchos maestros, profesores... hacen que la enseñanza sea algo que odiemos, pues sus métodos no son los adecuados y deberían empezar a cambiarlos.
Creo que se deberían de preocupar por que los niños esten agusto, cómodos, felices, y no tanto por la cantidad de información que les pueden meter en la cabeza, pues creo que está muy relacionado lo agusto que esté un niño con el interés que muestre a la hora de aprender...
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